Los poemas que aquí se contienen, muestran, en esencia, un Ginés Liébana de gran fortaleza vital y expresiva, así como su ánimo de aproximación a las fuentes naturales originales y, al mismo tiempo, al mundo de lo cercano y popular. La naturaleza y su uso poético está en el Liébana romántico, así como el humor elegante y las referencias a tradiciones y luces populares en la convivencia están en el Liébana empírico y vitalista. Todo se mezcla, en un momento dado, para dar a la obra poética los valores que el autor, sin apriorismos, deja como fortaleza clara y diferenciadora de la misma: la generosidad y la gran consistencia expresiva, que, es cierto, lo alejan de tendencias y estilos al uso, para colocarle en un punto de referencia contra el viento de oficialismos y la marea de ortodoxias tantas veces aprisionadoras. Su poesía es libre, como él, y en esa libertad radica mucha belleza y gracejo, parte de una apreciación pictórica privilegiada del mundo.
