En el fondo del mar vivía una sirenita, hija del rey, que estaba deseosa de subir a la superficie del mar para ver cómo era aquello. Pero estaba prohibido subir hasta que no tuviera quince años. Cuando por fin pudo subir, vio a un príncipe en un barco y se enamoró de él. De pronto, se desató una tormenta y un rayo partió el barco en dos. La sirenita salvó al príncipe y lo dejó en la orilla de la playa. Seguía enmorada de él, así que acudió a la bruja para que la ayudara a convertirse en humano. La bruja accedió, pero le advirtió que se quedaría muda y que si el príncipe se casaba con otra mujer, ella moriría a la mañana siguiente de la boda. La sirenita y el príncipe se hicieron amigos, pero él se casó con otra mujer. A la mañana siguiente la sirenita, en vez de morir, se convirtió en una hija del aire.
