La pasividad de Joaquín, que no se interesa por un futuro, lleva a su hermano mayor a cuestionarse si debe de seguir apostando por él. Y como Joaquín sigue desinteresado por el trabajo, su hermano le invita a que se vaya de casa.
Joaquín, al verse solo, se encuentra con el ratón parlante Pelicas, que le promete ayudar en su ignorancia. Para el roedor, aydar a un humano es un cometido del Supremo, pues en otro tiempo tuvo un mala vida, y ambos deciden ayudarse uno al otro y sacar el mayor provecho posible de esa curiosa relación.
Esta fábula puesta en la Ruta Jacobea dará bastante juego.
Un ratón y un peregrino
van camino a Compostela,
al maestro roedor
el peregrino le lleva.
Joaquín es bastante vago
a Pelicas, buena le espera,
por enseñar con prestancia
a ese rey de la vagancia.
Pero en poco tiempo hará
conseguir darle la vuelta,
hacer gente de provecho
sin dejarlo a rienda suelta.
Todo esto y mucho más,
sacarás de este cuento,
si pones interés en ello
y lo terminas leyendo.
