Lo que comenzó como una acusación de espionaje, y fue alentado por especulaciones polÃticas y religiosas, alcanzó dimensiones de extraordinario interés para toda Francia e incluso Europa. El estudio de Miquel sigue la evolución del caso, que adquirió proporciones de revolución interna, pues dividió a la sociedad francesa, rebasó los lÃmites del cuestionamiento al régimen parlamentario y propició una renovación de cuadros polÃticos y administrativos.