En El cuarto dÃa todo sÃmbolo que recuerde al caos es renovado y entregado a las aguas como una antigua reliquia desgastada. La conciliación con nuestros orÃgenes ofrece el lugar ideal donde descansarán las cenizas. Un cuarto dÃa que será el primero de una nueva etapa donde todo encaja con la imprecisión del tiempo.