La verdad tras la historia de Ángel Sanz-Briz, el diplomático español que salvó miles de vidas durante la Segunda Guerra Mundial. Últimos meses de 1944. Casi medio millón de judíos húngaros han sido deportados a los campos de exterminio. El Danubio es una fosa. Las embajadas de los países neutrales tratan de proteger a los que sobreviven. Como desde hace años, la Legación española, que ahora dirige Sanz-Briz, participa en la protección. Y el Gobierno de Franco, que busca la no beligerancia de los aliados ante la inminente derrota de Hitler, da explícitas instrucciones a su diplomático para salvar a todos los judíos que sea posible. «Este libro tuvo muchos enemigos. Es decir, que fue un éxito considerable», escribe su autor con ironía en el prólogo que acompaña a esta nueva edición, perfectamente justificada en razón de las nuevas e importantes revelaciones que incluye. Pero todos los enemigos del libro son, en el fondo, uno solo: aquel que, como en El hombre que mató a Liberty Valance, decide imprimir la leyenda.