Enamorarse es de imbéciles es de esas historias de amor más presentes en nuestras vidas de lo que, a primer pensamiento, nos encontramos. Javier Royo nos plantea, magníficamente, la ilusión, la esperanza y la decepción, la decepción y la inesperada esperanza que acompañan la existencia de Nicolás, Natalia y Nicolás, cerca y lejos, según se cruzan en sus vidas aconteceres que irá descubriendo el lector a la vez que aprecia el paso del tiempo, tan sigiloso como alevoso. De la adolescencia a la madurez. ¿Acaso hay edad para enamorarse? ¿Acaso hay edad para asumir el riesgo del desamor y del desencanto? Ya lo dijo Pascal: á«EI corazón tiene razones que la razón no entiende» Acompañando a los altores de Enamorarse es de imbéciles, el lector disfrutará de más de una aventura divertida, de alguna escena voluptuosa e incluso disparatada, que un narrador -en momentos también actor- nos irá descubriendo. Cuando menos se lo espere lector, se dará de bruces con el libre albedrío del destino que también nos plantea el autor. Si un pastel luce más coronado de una guinda reluciente, así el inesperado final de la novela deja al lector con el mejor sabor de boca. áA la última página tendrás que esperar.
