Este libro explora la formación simultánea del cristianismo y del judaÃsmo rabÃnico como dos religiones independientes y la creación del concepto mismo de religión en la Antigüedad tardÃa. Aunando enfoques muy diversos (desde los nuevos estudios talmúdicos y el examen de la primitiva heresiologÃa cristiana hasta la teorÃa poscolonial y el denominado nuevo historicismo, pasando por el análisis del judaÃsmo prerrabÃnico, los estudios neotestamentarios, la filosofÃa posestructuralista, la historiografÃa y la epistemologÃa marxistas y la lingüÃstica y la psicologÃa contemporáneas), su autor defiende que eso que hoy se llama el «judaÃsmo rabÃnico» y el «cristianismo» no terminaron de formarse hasta aproximadamente el siglo v; y que lo hicieron mediante un proceso análogo al de la partición polÃtica de un único territorio religioso. Auténticos cartógrafos de la religión, los primitivos heresiólogos cristianos hicieron pasar ideas, conductas y gentes de un lado a otro de una frontera que ellos mismos fijaron con su discurso acerca de la especificidad del hecho religioso como fenómeno independiente de cualquier elemento étnico o lingüÃstico. Y los heresiólogos judÃos hicieron lo propio, contribuyendo asà unos y otros a dar forma a sus respectivas religiones y a la religión de quienes percibieron como sus adversarios. Al final de ese complejo y sinuoso proceso que se saldó con la consolidación del cristianismo como religión imperial, el judaÃsmo rabÃnico rechazó, paradójicamente, autodefinirse también él como religión: un rechazo cuyas implicaciones cabe percibir aún en nuestros dÃas.