La guerra entre Francia e Inglaterra ha terminado, y el viaje de la joven Abbie Vayle a París no parece entrañar riesgo. ¿Quién iba a fijarse en una inglesa apasionada por los libros? Pero, sin saberlo, Abbie ha sido depositaria de un importante documento y a partir de ese instante unas fuerzas oscuras se cernirán sobre ella.
De momento, Abbie sólo es consciente de que su adorado hermano corre peligro, y ella es la encargada de salvarlo. ¿En quién puede confiar? Desde luego, no en su despistado amigo Hugh Templar, un pacífico soñador que no sabe de guerras ni de amores. Sin embargo, Hugh parece empeñado en seguirla a todas partes... y en su mirada Abbie detecta un brillo desconocido, un fulgor salvaje y apasionado..
UNA MUJER EN APUROS
Abbie Vayle es demasiado testaruda e independiente para la época que le ha tocado vivir. En 1814 no se entiende que una mujer guapa siga soltera a los veintisiete años. Claro que eso a ella no le importa, porque ahora su principal problema es salvar la vida de su hermano, que ha sido secuestrado. ¿A quién puede pedir ayuda? El único amigo que tiene es Hugh Templar, un hombre demasiado inmerso en sus libros para fijarse en las mujeres, un pusilánime que sería incapaz de enfrentarse a unos malhechores. ¿O no es así?
UN LOBO CON PIEL DE CORDERO
Hugh Templar tiene el convencimiento de que Abbie le oculta algo, y está decidido a averiguarlo. Aunque se ha visto obligado a disimularlo, la joven de inmensos ojos grises le ha robado el corazón y ha embriagado sus sentidos. Nadie mejor que Hugh, avezado espía al servicio de Su Majestad, para olfatear el misterio y detectar la amenaza. Abbie corre peligro, de modo que Hugh Templar no tendrá más remedio que quitarse la careta de sabio despistado para actuar... y esta vez se empleará a fondo en todos los frentes.
