HabÃa una vez una ciudad llena de gente, con una calle llena de gente y dos apartamentos muy pequeños donde vivÃan Herman Schuber y Rosie Bloom. Herman vivÃa en el séptimo piso. Le gustaban las plantas, tocar el oboe, el yogur de frambuesa, el olor a perritos calientes en invierno y ver pelÃculas sobre el mar. Rosie vivÃa en el quinto piso del edificio de al lado. Le gustaban las tortitas, escuchar jazz, la brisa del verano, los caramelos de tofe que se pegan a los dientes, cantar cerca de la ventana y ver pelÃculas sobre el mar. A Herman y a Rosie les gustaba vivir en la ciudad. HabÃa dÃas en los que los ruidos y las bocinas y el ir y venir de la gente les hacÃa sentir que todo era posible. Aunque a veces la ciudad era un sitio bastante solitario.