La concepción que tenemos ahora de un maestro es la de alguien que enseña en una escuela, con alumnos que acuden a ella con la intención de seguir el sistema educativo establecido por la institución. Jesús, sin embargo, no estableció una escuela con una filosofÃa propia o una forma especial de interpretar la Ley; por el contrario, sus discÃpulos aprendÃan observando lo que él hacÃa y decÃa en distintas situaciones.