La BioÂética se encuentra en una encrucijada. Ante los nuevos descubrimientos cient¡ficos se presenta una oportunidad para recuperar los valores que han configurado nuestra cultura occidental. TambiÂén lo es para las ideolog¡as materialistas que, con la manipulaciÂón del lenguaje, alteran sus connotaciones emocionales creando una nueva actitud espiritual. La sexualidad, el aborto y la eutanasia plantean una serie de interrogantes ante la Âética que invitan a una profunda reflexiÂón. La autora aborda estas cuestiones con una visiÂón positiva e ilusionante de la vida humana y del valor de la persona. Le sorprende la desinformaciÂón que sufre la opiniÂón pÂública sobre las mÂás de 50 nuevas enfermedades de transmisiÂón sexual siendo as¡ que algunas producen esterilidad, otras predisponen al cÂáncer y las hay incurables. Su nÂúmero multiplica por 10 las conocidas hasta hace pocos a?os. Las tÂécnicas que permiten diagnosticar malformaciones y deficiencias en la criatura, que se encuentra en el seno de la madre, plantean serios problemas a la hora de enjuiciar Âética y jur¡dicamente el aborto. La prolongaciÂón artificial de la vida por medio de instrumentos mecÂánicos en pacientes que han perdido la actividad de sus funciones bÂásicas ?Se puede interrumpir? La autora se pregunta si serÂá el hombre del futuro due?o de la tÂécnica o esclavo de la mÂáquina.