El contenido de esta obra nos permite afirmar que, a pesar de los que se empeñan en afirmar lo contrario, la educación y las prácticas educativas han cambiado sustancialmente a lo largo de los últimos cincuenta años. No se trata sólo de que la educación sea más justa o de que llegue a todos, sino de que las prácticas que se realizan dentro de las aulas y los materiales que se utilizan han cambiado significativamente. Este volumen muestra ejemplos de prácticas desarrolladas tras la Ley General de Educación de 1970 y sugiere nuevos trabajos que, partiendo del contexto legal, administrativo y teórico, analicen la vida diaria de los centros docentes y el trabajo realizado por profesores y alumnos. La LGE introdujo no sólo cambios sustanciales en la estructura del sistema educativo, sino también cambios en nuestras aulas, en los docentes y en los alumnos, en los protagonistas y en los objetos, en el mobiliario de las aulas y en su misma disposición, en los libros de texto, en las asignatura
