Durante la última década del siglo XIX, Soloviov se concentró en reformular y organizar su sistema filosófico a partir de los trascendentales del ser: la verdad, el bien y la belleza. AsÃ, tras las extraordinarias lecciones sobre filosofÃa de la religión que integran su "Teohumanidad", en 1897 publicó "La justificación del bien" y comenzó a elaborar su metafÃsica y su teorÃa del conocimiento en la inacabada "FilosofÃa teórica" (1897-1899). Por aquellos años, Soloviov apuntaba en sus cartas la intención de editar una obra sobre estética, pero nunca se ha encontrado el manuscrito. La presente edición pretende completar este vacÃo. La belleza es el fin al que aspira y tiende el universo. No se trata, por tanto, de un mero objeto de contemplación, sino de una fuerza creadora y vital, capaz de actuar sobre el mundo y transformarlo. El artista debe continuar la tarea iniciada por la naturaleza. Ahora bien, si pretende participar en la belleza del mundo, el artista debe comenzar transformándose a sà mismo interiormente y vencer la tentación de su voluntad egoÃsta, que construye un mundo a su medida. Solo entonces podrá recuperar el entusiasmo que nace de la acogida del amor que viene de lo alto. VladÃmir Soloviov (Moscú 1853-1900) fue un destacado filósofo, poeta y crÃtico literario del Siglo de Plata ruso. Mantuvo una estrecha amistad con Dostoievski e influyó en los principales movimientos culturales del primer tercio del siglo XX.