Con Las diez garzas, Julio López-Bermejo nos obsequia con una colección de historias extraordinarias vinculadas, en su mayor parte, por el misterio y la bruma del pasado: un viejo arquero solitario que trata de salvar a su ciudad y a sus gentes de la destrucción; un escapista que juega con la más espantosa de las muertes en una cámara de tortura medieval; un excursionista perdido en los Pirineos que vislumbra en la noche algo que no puede existir; un hombre que se enfrenta, espada en mano, al Diablo; una caracola que oculta un secreto terrible; un joven que busca la inmortalidad en un tugurio donde un anciano músico indio tañe un sitar rodeado de serpientes; dos ladrones que huyen en un laberinto perseguidos por algo peor que la muerte; un crimen perfecto en las arenas del Desierto Blanco; un soldado fronterizo atemorizado; el alma de un rey egipcio que reflexiona sobre el abandono de sus dioses; ¿qué fue de Sinón, el guerrero griego que persuadió a los troyanos para introducir el caballo de madera en la ciudadela de Troya? Como colofón, en el breve cuento final el autor ironiza sobre los males destinos.
