Los cuarenta y nueve textos que componen el presente volumen fueron publicados por vez primera en periódicos, en forma de columnas semanales en todos los casos salvo cuatro. Es precisamente como se ha ido gestando y ha ido adquiriendo relieve este libro, porque a lo largo de los años se ha perfilado muy claramente la preocupación de Javier MarÃas por el idioma español, tanto el escrito como el hablado; y llegó el momento cuando pareció preciso reunir esos textos en un libro que permitiera no sólo dibujarse con nitidez esa inquietud por el empleo del castellano contemporáneo sino, asimismo y sobre todo, contribuir a orientar a los hablantes del español y salirles de nuevo al paso a todos quienes lo están maltratando y menoscabando. Los textos reunidos denuncian los desmanes generalizados que se cometen con la lengua española por varias razones y quizás, quién sabe, contribuyan a evitarlos o corregirlos algo. No es lÃcito adoptar una posición de indiferencia o de inhibición hacia la lengua. Javier MarÃas se inscribe de ese modo en la tradición de quienes han creÃdo necesario ventilar públicamente este orden de cuestiones, de librar un cuerpo a cuerpo sin el cual la vida cultural de un paÃs no serÃa normal.
Los cuarenta y nueve textos que componen el presente volumen fueron publicados por vez primera en periódicos, en forma de columnas semanales en todos los casos salvo cuatro. Es precisamente como se ha ido gestando y ha ido adquiriendo relieve este libro, porque a lo largo de los años se ha perfilado muy claramente la preocupación de Javier MarÃas por el idioma español, tanto el escrito como el hablado; y llegó el momento cuando pareció preciso reunir esos textos en un libro que permitiera no sólo dibujarse con nitidez esa inquietud por el empleo del castellano contemporáneo sino, asimismo y sobre todo, contribuir a orientar a los hablantes del español y salirles de nuevo al paso a todos quienes lo están maltratando y menoscabando. Los textos reunidos denuncian los desmanes generalizados que se cometen con la lengua española por varias razones y quizás, quién sabe, contribuyan a evitarlos o corregirlos algo. No es lÃcito adoptar una posición de indiferencia o de inhibición hacia la lengua. Javier MarÃas se inscribe de ese modo en la tradición de quienes han creÃdo necesario ventilar públicamente este orden de cuestiones, de librar un cuerpo a cuerpo sin el cual la vida cultural de un paÃs no serÃa normal.