Ella se enamora de un hombre que no debería... ¿o quizás sí? Lo que comienza como pasión pronto se convierte en caos: violencia, silencios, dudas. El no la entiende, y eso la consume. La obsesión por cambiarlo la arrastra, aunque en el fondo no sabe si es él quien debe cambiar o si es ella quien ya no puede reconocerse. El carga con una infancia rota: una madre que nunca lo quiso, palabras que se clavaron como cicatrices, una vida hecha de ausencias. Cree que no vale nada, que no merece amor. Y solo le queda una forma de imponer lo que cree que le corresponde: sus manos. Una historia tan real como incómoda, donde los límites entre amor y destrucción se desdibujan. Un reflejo de esas relaciones que atrapan, que hieren, que enseñan o que no perdonan.