Desde su creación se ha reconocido la ópera como un objeto cultural rico de potencialidad emblemática. Esa caracterÃstica se estudia aquà con ocasión de la migración masiva de europeos hacia el RÃo de la Plata. La ópera, para aquellos viajeros, representaba la patria dejada atrás, en cambio, para los que los recibÃan significaba un sÃmbolo de progreso, de la Europa cuya aceptación se anhelaba. Este texto se articula en función de las diferentes situaciones relacionales que se dieron entonces: la inicial admiración de los locales hacia la cultura italiana, la actitud paternalista, arrogante, de aquellos europeos y, por fin, el rechazo que ejerció el nacionalismo local sobre una de las mayores comunidades extranjeras. En todas estas dinámicas la ópera fue utilizada por los grupos en pugna.