Marc Ayala: cuarenta y muchos, periodista y en paro. Mala combinación vital para presentarse ante los Calomarde, una familia rica y excéntrica que le ha pedido que escriba sobre ellos. El trabajo deberá realizarse en el transcurso de una noche en la que podría aparecer un fantasma de hecho, podrían aparecer unos cuantos y esa seguiría siendo la menor de las sorpresas. Por la corte encantada de los Calomarde empieza con un brindis, está escrita en clave de comedia medio triste, y aborda las historias que nos contamos para adornar o explicar nuestras crisis, nuestros compromisos o el paso del tiempo entre otros temas igualmente menores.
