Esta novela nos muestra lo que se esconde detrás de las apariencias y la verdad oculta de los personajes, que bien podrÃan ser cualquiera de los individuos de nuestra realidad. El desconocimiento de esta verdad puede deberse a la inocencia, al descuido o quizás al desinterés. Y esto es precisamente lo que le sucede al protagonista, Osorio, quien, con sus obsesiones y su soledad, parece caminar por una realidad paralela. Inmerso en su sensación de fracaso, se encuentra con Baxter, a quien se queda totalmente unido. El señor Osorio repasa una y otra vez cómo llegó a trabajar para el señor Baxter, en un oficio de acompañar y cuidar que le proporcionaba unas satisfacciones como si de un hombre afortunado se tratase. Se siente identificado con Baxter, pues ambos están marcados por rutinas obsesivas en que se dicen las mismas palabras y realizan las mismas acciones dÃa tras dÃa. Y sin embargo, la novela contiene un suspense cautivador que se intensifica en los capÃtulos finales, en que se nos muestra en su excelente magnitud narrativa las lÃneas dibujadas desde el principio, incluso en su tÃtulo, las mismas que escribe el señor Baxter en esas tiras que guarda en su frasco: las del destino, las de la suerte, las sentencias, las de su voluntad. Y son las que al final interpreta el señor Osorio y, por supuesto, nosotros los lectores, quienes nos enfrentamos a una historia de la que queremos saber más y conocer el futuro de Baxter y Osorio, pues se abre para ellos una nueva vida, y para nosotros quizás una segunda parte, o quizás muchas novelas más esto habrá que preguntárselo al autor, Kepa Murua.