En una trinchera desolada, perdida en medio de la nada, un grupo de soldados resiste aislado, aferrado a unas órdenes que han perdido todo sentido. Pero la guerra ya no es su único enemigo. Algo oscuro, invisible y aterrador acecha bajo sus pies, un horror que hace desaparecer cadáveres de amigos y enemigos. Este mal no es solo un depredador; es un susurro en la mente, un peso en el alma. Es sutil, implacable, y siembra el terror en los corazones de unos hombres comunes que se enfrentan a lo inexplicable. Cuando los cadáveres se agotan, la verdadera pesadilla comienza. Los soldados, atrapados entre el miedo y la incertidumbre, saben que lo que se oculta bajo la tierra pronto buscará presas entre los vivos. Mientras unos aguardan temerosos, otros tratan desesperadamente de escapar, aunque el precio sea demasiado alto. En la guerra, el enemigo más aterrador no siempre es humano. A veces, es la oscuridad misma, nacida del misterio que acecha en lo profundo de la tierra y de nuestra propia mente.
