En 1858, Charles Darwin era un cientÃfico que llevaba una vida apacible en Down House, en el condado de Kent. El biólogo todavÃa no se hallaba en el foco del debate; su «gran libro sobre las especies» aún tenÃa su manuscrito encima de la mesa. Durante más de 20 años habÃa estado acumulando material para el libro, reflexionando sobre las cuestiones que iban surgiendo e intentando alcanzar una conclusión satisfactoria. ParecÃa que la publicación de este manuscrito no llegarÃa nunca por los numerosos retrasos debidos a su inherente cautela y deseo de asegurarse de que su asombrosa teorÃa sobre la evolución era correcta. En este punto arranca el último volumen de la biografÃa de Janet Browne, comenzando por los extraordinarios acontecimientos que finalmente forzaron la publicación de El origen de las especies, que provocó la llegada de los años de la fama y de la polémica.