EL «DERECHO A LA MUERTE» SE ANUNCIA CADA VEZ MáS COMO UNA CUESTIóN DOGMáTICA, UNA REALIDAD JURIDICA QUE PERTENECE AL HOMBRE Y QUE NADIE PUEDE NEGAR. ¿ES REALMENTE UN DERECHO? ¿O, MáS BIEN, UNA DEFORMACIóN DEL DERECHO? BAJO CAPA DE DIGNIDAD, DE DERECHO, DE