Edurne aún no conocÃa hasta donde la llevarÃan sus sueños per no los abandonarÃa… Desde la cabaña donde se refugiaba en el monte cercano a su casa, veÃa las crestas de Aralar por donde ya habÃa caminado con sus padres y sus hermanos. Más que por su belleza empezaban a atraerla por la aventura. Por eso deseaba recorrer esos picos sin que nadie la frenara