Su cabello se volvÃa blanco a cada paso y su color marrónoscuro luchaba por mantenerse visible. Sus ojos marrones,sonreÃan al igual que siempre pero tras ellos, ya se podÃa per-cibir, una gran tristeza del pasado. Quizás, solamente la vidavivida que comenzaba a hacerse visible tras el cuerpo que larecubrÃa. En un pueblo apartado del ruido, allà vivÃan juntascomo siempre, en un nuevo camino.Ese dÃa de noviembre la chica de ojos marrones y cabello lar-go, volvió a escribir. Todo estaba frÃo y la lluvia ya no aban-donaba, el invierno estaba cerca. Y escribió, escribió a maressolo para olvidar...«Ese mar al que llamaban Nosotros».
