Muchas de las cosas que escribà en mi juventud tienen el carácter de una anticipación onÃrica, y sólo a partir de cierto momento de conmoción, que podrÃa haber coincidido con el comienzo del Tercer Reich, me convencà de que hice bien en hacer lo que hice. Como la mayorÃa de los llamados niños prodigio, yo soy un hombre que ha madurado muy tarde, y aún hoy tengo el sentimiento de que aquello para lo que realmente estoy aquà todavÃa está por hacer. Estas frases, extraÃdas de una carta dirigida a Ernst Bloch en 1962 y escritas con motivo de la reedición del libro sobre Kierkegaard, deberÃan preceder a la lectura de los escritos filosóficos tempranos de Adorno: ciertamente, no son más que una promesa, pero una promesa que el autor cumplió en su obra tardÃa.Primera edición en castellano de los escritos que constituyen la base del pensamiento filosófico de Adorno.