"El tema es, en su más amplia acepción, el de la relación entre forma polÃtica y sistema económico, entre instituciones y modo de producción. En los últimos años, el debate ha recibido un fuerte impulso, pero ha revelado, al propio tiempo, un lÃmite claro, ha eludido un trámite obligado en cualquier reflexión sobre esta cuestión. El lÃmite se halla en la generalizada propensión a establecer un «modelo» universal de sociedad capitalista, aplicable de forma indiscriminada a todos aquellos paÃses a los que se puede definir como «paÃses industriales avanzados» o como «paÃses de capitalismo maduro». Se halla, además, en el método seguido para construir el «modelo», que está basado en el sistema de los paÃses «más avanzados»: este constituye la meta o la escala final de los paÃses «menos avanzados»; los elementos de divergencia que estos presentan no son sino retrasos a corregir, o caprichosas reluctancias destinadas, fatalmente, a desaparecer a expensas de la tendencial uniformidad del modelo de sociedad occidental avanzada. El trámite obligado que se elude es la relación entre los distintos sistemas polÃticos y