Confiesa la poeta que la tremenda impresión que le causó ver la pelÃcula documental El recuerdo de los Campos de Alfred Hitchcock y Stewart McAllister en el Festival de Cine de Valladolid a la edad de 17 años nunca la ha abandonado y pese a haber reflexionado de forma obsesiva durante todo este tiempo por encontrar una explicación racional para lo que Hanna Arendt denominó la banalidad del mal, con el resurgimiento de ideologÃas ultranacionalistas en paÃses democráticos y en particular en el viejo continente, se convenció de la necesidad de realizar un viaje al pasado a través de la palabra con el objetivo de recuperar la memoria de esa gran herida europea y revivir el testimonio de las vÃctimas, su terrible destino y su impotencia frente a una maquinaria estatal dedicada a su exterminio, recordando la necesidad de permanecer alerta, con la firme convicción del potencial humanizador de la poesÃa para impedir el regreso de los dÃas más oscuros, aquellos en que se dieron instrucciones para morir.