A pesar de que la prueba de ADN apenas se cuestiona ante los tribunales espa?oles, lo cierto es que, tal y como se concibe en la actualidad, no es infalible. Sin embargo, Âôel uso forense de la tecnolog¡a del ADNÂö constituye una herramienta con un extraordinario potencial en la lucha contra la criminalidad nacional y transfronteriza grave. Dicho potencial se está logrando gracias a la toma en consideración, tanto de los continuos avances cient¡fico-tecnológicos, particularmente los relativos a la genética forense y a la tecnolog¡a informática, como de los cálculos de probabilidad para la valoración estad¡stica de la prueba. Ambos factores están e irán permitiendo, respectivamente, la obtención de una prueba de ADN con un elevado valor probatorio y además cuantificable. Este doble valor a?adido, caracter¡stico de la prueba cient¡fica de ADN, facilitará una valoración judicial objetiva y libre.
Pero, para que esto pueda ser posible, tenemos que hacer un esfuerzo por conocer cómo se obtiene esta prueba y cómo se lleva a cabo la interpretación probabil¡stica de los resultados. Ciertamente, no es sencillo alcanzar este conocimiento, pues en dicha obtención se entremezclan, junto con aspectos jur¡dicos, los tres tipos de cuestiones anteriormente indicadas (genética forense, tecnolog¡a informática y de probabilidad). Pero esta tarea ha de llevarse a cabo por parte de la Polic¡a cient¡fica que tendrá que tomarla en cuenta a la hora de obtener una prueba l¡cita, de las partes lo que les permitirá poder cuestionarla adecuadamente en el juicio oral y del tribunal que podrá entonces valorarla en sus justos términos. De lo contrario, no aprovecharemos el doble valor a?adido que esta prueba puede ofrecer. De igual modo, todo lo anterior requiere que, previamente, el legislador se haga eco de las cuatro materias indicadas. Aunque algunos de tales avances están siendo progresivamente incorporados en las normas europeas y nacionales, aún quedan cuestiones por resolver y, en su caso, regular. Para identificar y solucionar normativamente tales aspectos, el legislador tiene que reconocer la sinergia existente entre las cuatro materias indicadas, determinantes de la fiabilidad y licitud de la prueba de ADN, pues, en otro caso, tales avances cient¡fico-tecnológicos-matemát icos no serán eficaces.
Por todo ello, esta obra colectiva, compuesta por diecinueve trabajos escritos por expertos espa?oles, europeos y norteamericanos y desde las cuatro perspectivas indicadas, está dirigida a todos los sectores implicados. Sólo siendo conocedores de todas estas cuestiones, podremos ser conscientes del potencial que posee este medio de prueba y de sus l¡mites.