Jessa y Thorkil son desterrados de su tierra, al igual que lo fueron sus padres, Horolf y Harrald, respectivamente. El Yarl Ragnar les ha exiliado a las peligrosas tierras de Thrasirshall, por influencia de su mujer, Gudrun. Además, allí se encuentra Kari, el hijo de Gudrun, del que se rumorea es un monstruo. Los chicos emprenden el viaje, acompañados de la escolta del Yarl. Cuando llegan a Thrasirshall, Jessa y Thorkil, descubren que Kari es en todo igual a su madre, incluso tiene sus mismos poderes. Por eso, ella lo ha alejado de su lado, para que no le haga sombra.
A oídos de los desterrados, llega la noticia de que el Yarl ha muerto. Es el momento de intentar volver a sus dominios para acabar con el poder de la Hechicera y conseguir que Wulfgar sea el nuevo regente. Cuando, tras múltiples peripecias, llegan a la mansión, Kari consigue vencer a su madre y Wulfgar es elegido nuevo Yarl. La Hechicera desaparece sin dejar rastro.
