El presente volumen recoge un conjunto de aportaciones cientÃficas sobre el controvertido tema de la Persona, el Derecho y el Poder, visto con la distancia que proporciona el estudio histórico. La amplitud del tópico, por inasible e intemporal, podrÃa llevar a desistir del empeño de acercarse al mismo, pero es obligado enfrentarse a lo que verdaderamente interesa. Si se fracasa en el intento, habrá grados de éxito aunque sean mÃnimos. O quizá ese éxito esté en la pregunta fundamental que late en el estudio: ¿Cómo afecta a la persona la relación entre Derecho y Poder? Visto asÃ, parece que uno y otro no sean creaciones humanas, de personas concretas, que el individuo no fuese responsable de la configuración de las normas y de los equilibrios entre las fuerzas que mueven a los hombres en el curso de la Historia: la persona parece ser vista entonces como vÃctima, como la parte débil en un trÃpode descompensado. Sin embargo, el Derecho crea a la persona �como muestra el trabajo de José MarÃa Ribas� y el Poder al que prestamos atención ahora es un poder humano, polÃtico, derivado por tanto de una estructura social compuesta y creada por personas. Es decir, puede afirmarse que existe una cierta sucesión entre Derecho, Persona y Poder, y más tarde una constante interrelación entre el individuo que crea la norma y ejerce potestades, facultades. Dentro y fuera del Derecho. Al mismo tiempo, ha de valorarse que no todas las personas intervienen por igual en esa tarea, empezando por la separación en cuanto a la subjetividad jurÃdica que marca las diferencias históricas entre hombres y mujeres. En ello incide el trabajo de Francesca Lamberti, esclarecedor como el de Daniele Mattiangeli sobre el papel femenino (¿limitado o excepcional?) en la primera historia social y jurÃdica de nuestro tiempo.